El año pasado fui a una consulta al oftalmólogo. En su anamnesis, me preguntó a qué me dedicaba. Obviamente le contesté que era psicóloga. Al finalizar la consulta, en un tono más informal, me contó que tenía una hija que estaba a punto de ir a la Universidad, y que todavía estaba pensando qué carrera estudiaría. Me preguntó entonces mi opinión sobre qué estudios podían tener “más salida”. Esto le preocupaba. Francamente, yo no tenía ni idea sobre qué contestarle. Seguramente él esperaría que le diese soluciones en forma de nombres de carreras concretas: Ingeniería Industrial, Telecomunicaciones, Medicina… Pero yo no sabía qué decirle. Me imaginé entonces a esa chica, y la presión psicológica que probablemente sentiría al tener que decidir YA, dedicarse a algo “con salida”. Y entonces mi cerebro pasó de no saber qué contestar, a no querer contestar. Aunque sí le dije algo: “No tengo ni idea de cuáles son las carreras con más salida, pero yo a su hija le diría que haga lo que haga, intente desarrollar la capacidad de ser versátil en la profesión que escoja”

¿Qué le diría hoy a una persona en proceso de desarrollo profesional? (Es decir, a todos nosotros)
- La versatilidad, en su segunda acepción según la RAE, es la capacidad de adaptarse con facilidad y rapidez a diversas funciones. No puedo imaginar una sociedad donde sea más necesaria esta característica que la actual. Hoy en día un profesional, y no sólo un profesional, sino una persona, debe saber hacer muchísimas cosas diferentes. La especialización, desde mi punto de vista, se está quedando cada vez más atrás. Hoy, se valora la adaptación al cambio, la mutabilidad. Ortega y Gasset dijo: “La máxima especialización equivale a la máxima incultura”
- No te permitas el lujo de ser exclusivamente “de ciencias” o “de letras”. Sé de las dos cosas. Aunque escojas una profesión eminentemente científica, nunca abandones las letras, y viceversa. Esto es porque, por ejemplo, un ingeniero industrial, que es una profesión altamente técnica, trabaja en y para la sociedad. Y la sociedad no es de ciencias ni de letras. Es de ambas. Lee, escribe, haz cálculos, pregúntate cómo funcionan las cosas, desarrolla tu sensibilidad al arte, sé creativo… Todo a la vez. Deja de limitarte a hacer sólo aquello que sabes que haces bien, y rétate. El mundo no se divide.
- Mark Zuckerberg afirmó en el Mobile World Congress del 2015 que él “Sólo contrataría a una persona si creo que también me gustaría trabajar para ella” No definas tu carrera únicamente según el perfil profesional que una empresa busca. Preocúpate también (o más) de “ser persona”. No olvides que ser buen compañero, interesarse por los demás, ser sensible a sus circunstancias, y tener disposición de ayuda son valores cada vez más apreciados. Foméntalos.
- Vas a trabajar con personas. Indudablemente lo harás. Últimamente incluso las profesiones percibidas tradicionalmente como más individualistas, como informáticos, programadores, diseñadores de software… se están convirtiendo en plataformas de trabajo donde la misión de uno depende de la tarea realizada por otro. Ejemplos como el ya mencionado Mark Zuckerberg, o como Steve Jobs, son modelos de este nuevo (o no tan nuevo) paradigma de trabajo. Desarrolla el trabajo en equipo, es fundamental. Y sé amable.
- Acostúmbrate a recibir críticas, y agradécelas. En una estrategia muy humana de autodefensa, las personas tendemos a pensar que aquellas “criaturas que nosotros parimos” son las más bellas. Esto a veces nos impide ver con claridad los fallos, y consecuentemente, no los corregimos. Para eso están los demás, para ayudarnos a mejorar. Pero ojo, sé receptivo a las apreciaciones de otros. Si respondes con agresividad o de un modo desproporcionado, conseguirás que nadie quiera darte su opinión.
- Permítete equivocarte. Permítete perder. El mal de la sociedad española es que no nos permitimos errar. Fracasar puede ser una gran lección. Otras culturas y sociedades ven los fallos como experiencias y aprendizajes que nos conducen a mejorar y madurar, tanto personal como profesionalmente. Este artículo que escribí hace tiempo sobre la frustración puede ayudarte a entenderlo mejor. Bill Gates afirmó “Cuando uno fracasa se ve forzado a ser creativo, a profundizar, y a pensar noche y día. Me gusta tener cerca a personas que hayan pasado por ello”
- Aquello que hagas, hazlo con pasión: Incluso aunque sea algo temporal, muéstrate agradecido y motivado, porque es una etapa que te llevará a estar más cerca de lo que deseas. Igualmente, aunque sea un trabajo, o una formación que no tenga necesariamente relación con lo que deseas hacer, ganarás en versatilidad.
Es difícil pensar en cualquier profesión de la que quisiera ser parte que no exija una gran cantidad de integridad y empatía. Phil Crosby